Castellano | Català
Usuario Contraseña
 
Noticia
1px
 
Se dispara el precio de las habitaciones para el alquiler en Europa: "Me he mudado tres veces en seis meses"
20/03/2023

El motivo es que ha subido tanto el precio de pisos y estudios que los propios ciudadanos locales están demandando este tipo estancias

Adela Molina
Cadena SER


Los precios de las habitaciones en muchas ciudades europeas se están disparando. El motivo es que ha subido tanto el precio de pisos y estudios que los propios ciudadanos locales están demandando este tipo estancias para vivir. La alerta la ha dado la plataforma especializada en alquileres internacionales, Housing Anywhere, que se encarga de buscar alojamiento a muchos estudiantes o jóvenes profesionales. Han detectado que mientras que el precio de los alquileres de pisos o estudios parece haberse estabilizado y ha aumentando de media entre un 1 y un 2% en el último trimestre de 2022, las habitaciones han subido el triple el 6%.
Eso de media porque los aumentos de precio en algunas ciudades son espectaculares. En Lisboa, en el ultimo año las habitaciones han subido un 33% y han pasado de costar 375 euros a 500. En Berlín, la subida es del 28%; en concreto de 580 a 745 euros. La ciudad más cara en cualquier caso es Ámsterdam, donde una habitación cuesta 900 euros mensuales, un 20% más que hace un año.
El motivo de esta subida dicen los analistas de este portal, es que la demanda se ha trasladado de los pisos a las habitaciones porque los alquileres han subido tanto que la gente que vive allí ya no puede pagar una casa y busca compartirla. Además, hay un problema de oferta en las principales ciudades europeas que son incapaces de asumir la demanda tras la pandemia cuando ha vuelto la movilidad.

Hay universidades como la de Ámsterdam que recomiendan a los estudiantes no mudarse a la ciudad hasta no tener cerrado el alojamiento para evitar situaciones como las que vimos a principio de curso con estudiantes Erasmus españoles que no encontraban piso en Italia o Bélgica. Su recomendación es buscar con tiempo y con agencias especializadas para evitar otra de las consecuencias de las prisas y la desesperación que son las estafas.
En España y de momento el precio de las habitaciones no es tan desorbitado porque el precio de los alquileres, según estos expertos, no ha tocado techo y el problema aquí sigue centrada en pisos, apartamentos y estudios que han subido un 20% en Barcelona o Madrid y un 22% en Valencia.
Los expertos de esta plataforma creen que podemos ver también aquí lo que está ocurriendo en muchas ciudades europeas y una vez que toquen techo los alquileres de pisos o estudios las mayores subidas se trasladen a las habitaciones. Respecto a cómo evitarlos, creen que poner límite a los precios del alquiler puede ser una solución transitoria, pero a largo plazo consideran que la solución definitiva a este problema del alquiler pasa por incentivar la oferta para garantizar alojamientos adecuados y asequibles para estudiantes y ciudadanos locales.
Sara tiene 24 años, trabaja como gestora cultural. Lleva en Berlín desde hace siete meses y acaba de encontrar alojamiento. Es su tercera vivienda en estos meses y no ha sido tarea fácil ni barata. "Es un problema encontrar un buen alojamiento, son alquileres muy caros, se suele acudir a webs especializadas pero, sobre todo, se encuentran gracias al boca-oreja entre amigos, es la mejor manera de poder acceder a un buen sitio donde vivir. En Berlín además hay un condicionante y es que para poder trabajar tienes que estar empadronado en un piso y lógicamente hay un límite de empadronamientos. No siempre es fácil conseguir ese registro".
Sara ha estado en tres pisos desde septiembre. Este domingo ha cerrado el último al que se voy a mudar en unos días. El primero que consiguió nada más llegar a Berlín era una habitación, en la que apenas le entraba la cama, un escritorio y el armario, en un piso compartido en el que no había salón. Por esta habitación pagaba 600 euros. "Las condiciones, además, eran malísimas. Era un subalquiler y el casero nunca quiso hacer un contrato por lo que no estaba respaldada a nivel legal. El día de Nochebuena, que estaba en España pasando las vacaciones, me llamó para decirme que no podía continuar en el piso y que tenía que buscarme la vida", explica.
Luego consiguió un alquiler más barato y un contrato, pero también era un subalquiler y los caseros pronto reclamaron el piso.
"Vivir en el centro de Berlín, el centro turístico, es prácticamente imposible, pero es verdad que es una ciudad que tiene otros centros, sobre todo, culturales que es donde van los estudiantes y los trabajadores más jóvenes. Yo nunca he vivido a menos de media hora en metro del centro", explica Sara.


« Volver
38724672 visitas | Un/una usuario/a conectado/a | cargado en  seg.