Los vocales conservadores del Consejo General del Poder Judicial rectifican y retornan a la senda del diálogo y de la negociación para nombrar a los dos candidatos al Tribunal Constitucional. Este fue el principal titular que dejó la reunión que celebró anoche este grupo y a la que no el presidente, Carlos Lesmes, que ya dijo que se oponía a que el órgano de gobierno de los jueces se declarara en rebeldía, ni su delfín, Wenceslao Olea.

El bloque conservador se sentará a negociar los nombres de los candidatos, pero se niega a garantizar que haya fumata blanca antes del 13 de septiembre, que es la fecha límite que marca la reforma legal aprobada en Cortes. Aún no han puesto sobre la mesa ningún nombre, después de que hasta cuatro magistrados del Tribunal Supremo hayan declinado el puesto. El sector progresista sí que ha informado a Lesmes de que manejan los nombres de cinco jueces del Tribunal Supremo: Ángeles Huet, José Manuel Bandrés, Pablo Lucas, Eduardo Espín y Jacobo López Barja.
La previsión es que en la reunión de este jueves se apruebe el sistema a seguir para elegir a los candidatos. Una vez establecidas las reglas del juego, se abrirá un periodo para que los grupos conservador y progresista negocien los nombres de los elegidos.