En España, los adolescentes y niños se sientan cada vez más tiempo frente a las luminosas pantallas de sus teléfonos móviles, según un estudio elaborado por PASOS 2022. En esta investigación se ha mostrado que los más jóvenes dedican a estos dispositivos más de tres horas al día, los siete días de la semana, siendo más del doble de horas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Frente a este dilema son varias las soluciones que se están llevando a cabo. Por ejemplo, la idea que se presenta en Greystones, una ciudad del condado de Wicklow en República de Irlanda, donde todas las asociaciones de padres se han puesto de acuerdo, para que los niños no tengan móvil, por lo menos, hasta los 12 años.
"Es una gran paso y podríamos seguir este ejemplo, sería maravillo"

Una prohibición voluntaria, en la que se pretende que no solo se lleva a cabo en la escuela, sino también en casa. La decisión no ha sido tomada por los poderes políticos, sino por los padres, madres y docentes de este municipio de poco más de 14.000 habitantes.
Gabriela Paoli, psicóloga y autora del libro, 'Salud digital: Claves para un uso saludable de la tecnología', opina que "es una gran paso y podríamos seguir este ejemplo, sería maravillo". Además, argumenta que en muchas ocasiones "las políticas educativas no están basadas en datos científicos, y llegan tarde".
"Confiar en las prioridades"
A la hora de entrar en las aulas es muy difícil no toparse con la situación de que casi todos los alumnos de un aula de 20 estudiantes no tengan móvil, pero aun así hay un cierto porcentaje que aún no posee uno de estos dispositivos. Paoli opina que deben "confiar en su criterio, ser valientes y ser coherente. Confiar en las prioridades. Siempre digo que cada uno tiene sus criterios con los cuales tú quieres educar a tus hijos. Si para ti eso no es bueno, explícale con fundamentos, que la industria tecnológica no para de crecer y que acaban volviendo a nuestras mentes adictivas".
La autora aconseja a todos los padres y madre que “hay que sentarse al lado de ellos y compartir momentos de conexión digital, pero también ofrecer alternativas de ocio atractivas, como compartir momentos de mesa, de cenas, de cocinar juntos, coger una bicicleta o de ver un atardecer”.
Cada vez más pronto los jóvenes acaban adquiriendo un móvil a una edad temprana. Paoli comenta que esta situación lo que provoca "es que les estamos robando a nuestros hijos, alumnos y adolescentes los mejores años de su vida. Haciendo que se les acabe perdiendo la inocencia, la empatía y afectándoles en sus habilidades socioemocionales".
Además, expone que en muchas ocasiones ve "soledad y aislamientos en niñas de 12 o 13 años que no salen a jugar". Afirma que "ya existen indicios de que esto es un problema de salud mental". La psicóloga aconseja que, si ven a sus hijos con este tipo de conductas, si es necesario que se convierta en una familia "tecno-saludable", sin presencia de dispositivos electrónicos en sus hogares.