La subida de las pensiones conforme al Índice de Precios de Consumo (IPC) es una realidad que no se verá únicamente reflejada en la prestación percibida por los pensionistas. Una carta firmada por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, llegará a partir de este lunes a los buzones de los españoles certificando el incremento del 8,5%. En el cuerpo de la misiva, el ministro expone las causas que han propiciado la subida indexada a la evolución de los precios y la intención de garantizar “el mantenimiento del poder adquisitivo” de los pensionistas.
“El sistema de pensiones es uno de los principales activos de nuestro Estado de Bienestar, y por ello, hemos trabajado y seguimos trabajando intensamente para reforzarlo y modernizarlo concretando las recomendaciones del Pacto de Toledo, que e Congreso aprobó hace casi dos años. La reforma, que ya está concluida, incluye medidas importantes para que nuestro sistema de pensiones sea más solido y equitativo”, reza el último párrafo de la carta envidada por el titular de Seguridad Social.
Con esta carta, Escrivá se dirige a los pensionistas para confirmar el cumplimiento del compromiso asumido por el Gobierno y transmitir la pretensión de seguir defendiendo a los pensionistas. “Debe tener la certeza de que la protección del poder adquisitivo de su pensión está siempre asegurada gracias a la Ley 21/2021 aprobada a finales de 2021”, escribe el ministro. Además, garantiza que, de cara a futuro, las pensiones crecerán “exactamente lo mismo” que el valor del IPC del año anterior.
Subidas de más de 100 euros al mes
Teniendo en cuenta que la pensión de jubilación media española se cifra en 1.259,7 euros al mes, según los últimos datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y que la nueva subida que se prevé se cifraría en torno un 8,5%, el cálculo resulta sencillo. El 8,5% de los 1.259,7 euros de la pensión media, supone un incremento de 107 euros, alcanzando la pensión media por jubilación los 1.366,7 euros.

Continuando con las pensiones contributivas, la pensión por incapacidad permanente conlleva un 55% de la base reguladora y un 75% para personas desempleadas de más de 55 años. Atendiendo a que la base reguladora se calcula a partir de las bases de cotización, y, que la base de cotización media más baja se cifra en los 1.085 euros, la base reguladora mínima se coloca aproximadamente en los 1.000 euros.
De esta manera, la pensión por incapacidad permanente mínima se cifra en los 750 euros para los desempleados mayores de 55 años y en los 550 euros para el resto de los beneficiarios de esta pensión. Con el nuevo incremento, estos importes se incrementarán hasta alcanzar los 813,95 y los 596,75 euros respectivamente.
Con respecto a la pensión de viudedad, la pensión media en diciembre alcanzó los 781,67 euros al mes, de acuerdo con los datos de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Con la actualización prevista el aumento será de 66,44 euros, alcanzando la cuantía de 848,1 euros mensuales.
Por su parte, las pensiones no contributivas, que se reconocen a aquellos ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad protegible, carezcan de recursos suficientes para su subsistencia en los términos legalmente establecidos, aun cuando no hayan cotizado nunca o el tiempo suficiente para alcanzar las prestaciones del nivel contributivo. No obstante, a pesar de que la gestión de estas pensiones está transferida a las Comunidades Autónomas, se beneficiarán de la nueva subida del 15% pactada entre Gobierno y Bildu.